[dropcap]U[/dropcap]n 24 de noviembre, pero hace 79 años atrás, un entusiasta grupo de jóvenes reunidos en la Sociedad de Socorros Mutuos Ignacio Serrano, se les ocurrió la idea de crear un club de fútbol siendo todos los maestros artesanales, como los zapateros remendones que por aquellos años eran muchísimos en Melipilla, parte fundamental en su fundación, al igual que los panificadores y maestros de la construcción.
El nombre del club
Alguien propuso un nombre y entre todos acordaron llamar al club Víctor Morales, en honor al jugador melipillano apodado también Vitoco que entre 1924 y 1936 defendió la camiseta de Colo Colo y por ello, además, adoptaron los colores albos como propios.
Sus fundadores
De aquellos que fueron sus fundadores se pueden recordar los nombres de Francisco Ortiz Rojas, Luis Leyton, Alejandro Deyler, Francisco Quiroz, Isaías Santis, Julio Cabrera, Oscar Calderón, Ramón Bustos, José María Gutiérrez, Luis Moreno Bustos aunque también varios nombres se escapan en sus inicios.
Los recuerdos de Don Goyo
Un hombre que es la historia viva del popular Vitoco es Gregorio Navarro, identificado con los colores albos y quien fuera parte de la institución por 30 años, desde 1968 a 1998.
Rememorando aquellos días de gloria del Vitoco Morales, Don Goyo relata que «me acuerdo yo de la prensa, especialmente El Labrador y la radio, donde don Sergio Medina puso de moda un refrán que decía «El milagro del Víctor Morales» ya que -decía Medina- cómo tiene un equipo tan bueno que le gana a Soinca, al Serrano, a la Ariztía, les gana a casi todos y no tienen una chaucha y los jugadores juegan gratis».
«El que se pone la camiseta del Vítoco parece que se transforma, muchos me preguntaban ¿Qué les da usted a los jugadores? No metía nunca la pata y ahora que se puso la camiseta blanca se transformó en una fiera. En el Vitoco siempre existió esa buena costumbre», recuerda sobre la impronta que debían tener los jugadores de la escuadra blanca.
En los años 80 Víctor Morales fue campeón en la Asociación de Foot- Ball de Melipilla, algo que también consiguió con los séniors. Parecía que todo seguiría por buen camino, consolidando cada vez más a esta gloriosa institución que hacía de local en la cancha Santa Elvira -al lado del ex Trafún y justo donde hoy en día se ubica la Villa Boris Soler- donde disputaba su verdadero clásico ante el elenco del tradicional barrio melipillano.
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El declive del Vitoco
Lamentablemente el paso del tiempo y la década de los 90 no le hizo bien a la escuadra popular ya que, según relata Don Goyo, «la gente empezó a cambiar, la juventud cambió, ya no es la misma, no tiene respeto y se metió la cuestión de las drogas, todo eso fue deteriorando todo el ambiente, usted quería hacer un cambio y los jugadores no se querían salir, botaban la camiseta», rememora.
Fue en el año 1998 donde se produjo el gran declive que culminaría con la desaparición del Vitoco cuando don Gregorio Navarro entregó las riendas del club a un grupo de personas que, lamentablemente, no pudieron continuar con la senda trazada por todos aquellos dirigentes que un 24 de noviembre de 1938 dieron vida a uno de los clubes más populares que ha entregado el fútbol melipillano en su centenaria historia.
Hace casi una década atrás un grupo de ex jugadores trató de volver a revivir a la institución participando en la Liga de los Barrios, pero su intento solo fue un paso fugaz de dos fechas que no fructificó.
De esta manera Víctor Morales se convirtió en solo un recuerdo del fútbol melipillano del siglo pasado.