[dropcap]E[/dropcap]l atletismo en nuestra comuna está a punto de tener una figura que pronto podría darle muchas satisfacciones en el plano nacional e incluso internacional.
Si bien en esta disciplina Usain Bolt ha sido la estrella en los últimos 10 años y le ha dado una gran exposición a este deporte, de todas maneras la mayoría de los niños del país aspiran a ser futbolistas por lo que vemos como algo muy distante que se pueda pensar en tener entre los nuestros a alguien que siga los pasos del Rayo jamaicano. Pero esto puede cambiar ya que la velocidad tiene a alguien en Melipilla que quiere emularlo… y con condiciones genéticas innatas.
Se trata de un adolescente de 12 años llamado José Alberto Prado Sinisterra procedente de Colombia y que cursa el sexto básicos en el Colegio Logroño, quien sorprendió gratamente en las finales de 60 metros de las dos últimas fechas de la Copa Pure Life Nestlé, realizadas en Rancagua y Coquimbo, marcando un tiempo de 8, 10 (aprox.) y de 8, 48 segundos en estas competencias que le valieron ser marca nacional. Esto hace pensar a los conocedores de este deporte que José podría ocupar un lugar destacado y tener reconocimiento con un próspero futuro en los próximos años.
Llegado a Melipilla hace cuatro años porque sus padres le buscaban un futuro mejor a todo el grupo familiar, dejó atrás el calor de la selva colombiana por el templado clima de nuestro país donde -cuenta- aún le cuesta adaptarse al frío invernal.
Colombia, como le llaman sus amigos y profesores, es considerado como el velocista de mayor proyección del taller municipal de atletismo debido a sus condiciones físicas sobresalientes y, también, por la responsabilidad, esfuerzo y constancia que lo caracteriza. Así lo reconoce su técnico, el profesor Esteban Piña, quien lo invitó a participar del atletismo hace dos años cuando lo vio correr acompañando a su hermana y de inmediato vio todo el talento y el potencial que tenía.
José reconoce que en un principio lo que más le gustaba era la práctica del fútbol. Sin embargo, sus condiciones y habilidad con el balón no eran de las mejores, así que se decidió firmemente por el atletismo. «Al principio yo no le ponía mucha atención, luego me fue gustando y me quedé», asegura con su inconfundible acento colombiano al hablar.
Sin embargo, la realidad del joven talento melipillano -porque ya se considera uno más de esta tierra- choca con la escasa implementación que posee para seguir mejorando sus marcas personales.
Uno de los mayores impedimentos es la pista atlética de tierra del estadio municipal Roberto Bravo Santibáñez, único recinto que posee las condiciones mínimas para desarrollar la actividad. Como se sabe la pista de tierra siempre presenta desniveles y se corre el riesgo de tener lesiones. Además, según los entendidos en la materia, las marcas siempre son menores que en una pista sintética que sería lo ideal para fomentar aún más esta disciplina deportiva.
Aún así, el juvenil atleta tiene claro cuál es su objetivo a futuro. «Mis proyecciones son poder seguir avanzando y ser alguien, un deportista destacado», concluye para inmediatamente proseguir con su entrenamiento que, para su beneficio personal y de nuestra ciudad, esperemos rinda sus frutos en un tiempo cercano.