[dropcap]E[/dropcap]l equipo zapatero fue fundado el 1 de julio de 1963 en el seno de la Sociedad Industrial de Calzado, Soinca, donde se fabricaban los populares zapatos Bata.
Desde ese entonces compitió en diversos campeonatos amateurs y hacía de local en el estadio de la empresa; la mayoría de sus jugadores eran jóvenes de la zona y empleados de la propia fábrica.
Su éxito fue tal que en 1974 obtuvo el título del Campeonato Regional de la Zona Central, especie de tercera división metropolitana sin derecho a ascenso.
Durante esos años la entrada al profesionalismo era decidida a dedo, como sucedió en el caso de Aviación. Juzgando a Melipilla como una buena plaza, en 1975 la Asociación Central de Fútbol (ACF) dio un cupo a Soinca en calidad de invitado: analizando resultados y convocatoria, a final de año se evaluaría la decisión.
La preparación del elenco zapatero incluyó hasta un duelo amistoso con Colo Colo que dirigía Luis Álamos, en el cual cayeron por 2-1 con goles albos de Francisco “Chamaco” Valdés y Luis Gangas, hermano de Juan Carlos, este último ilegítimo -según consigna la crónica- ya que el balón no traspasó la línea de sentencia, pero el juez Arturo Pinto lo validó ya que no contaba con un guardalíneas por ese sector. El descuento soincano fue obra de Juan Carlos Jorquera.
El domingo 11 de abril de 1975 fue el debut de Soinca y, por primera vez, el fútbol profesional llegaba a Melipilla. El rival fue Iberia de Los Ángeles en un atiborrado estadio zapatero con 1.338 espectadores, entre los cuales 156 eran socios de Soinca y solo 2 de Iberia, en un juego que finalizó igualado a un tanto.
La formación estelar de Soinca estuvo compuesta por el arquero y capitán Juan Astorga; Ramón Vial, José Cruz, Luis Jofré y Fernando Flores; Jaime Orrego y Víctor Vera; Mario González, Juan Jorquera, Jorge Rodríguez y Raúl Alarcón, siendo dirigidos por el técnico Julio Vial y el preparador físico Pedro Durán. La campaña de los blancos fue muy mala; acabaron colistas del torneo que ganó la Universidad Católica y sin mayor trámite fueron borrados para la siguiente temporada.
Soinca Bata regresó al amateurismo; durante los ’80 se integró a la nueva Tercera División y ganó en la cancha el ascenso a Segunda (antes, en 1982, un Santiago Morning en busca de nuevos aires se había intentado afincar en Melipilla sin mayor éxito).
A Soinca le fue bien en el Ascenso; sin embargo, a fines de 1991 Bata retiró su apoyo al club, lo que forzaba su desaparición. A diferencia del caso de Naval, la dirigencia central autorizó el traspaso de sus derechos federativos: así, por iniciativa de particulares, nació el Club de Deportes Melipilla, que se estableció en el estadio municipal Roberto Bravo Santibáñez y reemplazó al disuelto Soinca en Segunda (San Antonio manifestó interés en el cupo, pero el proyecto no prosperó).
El equipo de Soinca, en tanto, siguió jugando en campeonatos interempresas -Azocenco- hasta el cierre de la planta de Bata de Melipilla el año 2005.