En la cancha del club Unión Balmaceda, el fútbol melipillano vivió el fin de semana una de sus jornadas más emotivas y significativas del último tiempo. El motivo fue el beneficio en apoyo a Joselo Dinamarca, jugador y referente de larga trayectoria que atraviesa un complejo estado de salud y que pronto deberá someterse a una operación.
La comunidad respondió como siempre lo hace cuando uno de los suyos lo necesita: la asistencia fue masiva, con jugadores, exjugadores, amigos y público general que se acercó a colaborar desde temprano. Hubo venta de comida, rifas, buena organización y un ambiente de verdadera camaradería, donde cada aporte sumó para ayudar a quien dejó huella en innumerables equipos y canchas de la ciudad.
Joselo Dinamarca ha sido parte esencial del balompié local senior en los últimos años. Defendió camisetas emblemáticas, entre ellas la del recordado Diego Portales del barrio Los Cruceros, Unión Balmaceda y, ya en su adiós, Teniente Merino, además de otros clubes donde siempre destacó por su compromiso, su lealtad y su carácter dentro y fuera de la cancha.
La postal más conmovedora del día ocurrió cuando Joselo ingresó a la cancha acompañado por sus nietos, recibiendo aplausos de todo el público presente. Ese ingreso marcó su despedida oficial del fútbol, ya que su estado de salud le impedirá seguir jugando.
Visiblemente emocionado, Joselo jugó solo cinco minutos, tiempo suficiente para dejar un último registro dentro del campo antes de ser reemplazado por el portero Góngora, gesto simbólico recibido entre aplausos, abrazos y muestras de cariño. Al salir, no pudo contener la emoción después de una vida entera ligada al deporte que ama.
Al cierre de la jornada, Joselo entregó unas palabras que reflejan el espíritu del día y el cariño recibido: “Darle las gracias a todas las personas que colaboraron en este evento, en beneficio hacia mi persona: al público en general, a los jugadores, a ustedes los medios de comunicación, y especialmente a mi familia que hizo un arduo trabajo para que esto saliera adelante”.
“Agradecer a la gente de Balmaceda por prestar las instalaciones de su campo deportivo. La verdad que tuvo un excelente apoyo: me fue muy bien en todo, en las ventas, en el público, en el apoyo. Todo en orden. Así que muchas gracias a todos por ayudarme para poder operarme.”
La exitosa convocatoria, el ambiente de camaradería y el cariño masivo hacia Joselo dejaron en claro que el fútbol de Melipilla no olvida a uno de los suyos. Fue una despedida sencilla, familiar y honesta, como ha sido siempre el estilo de Joselito Dinamarca dentro y fuera de la cancha.
