[dropcap]E[/dropcap]n la Liga de los Barrios se desarrolló la jornada final para conocer a los campeones tanto de la liguilla por el título como de consuelo del Campeonato de Apertura 2015.
Campeón de Honor
La fecha, realizada el domingo pasado en la cancha Balmaceda, puso frente a frente en la serie de 40 años a Casa del Pilar y Unión Medialuna, en la lucha por el título del Apertura, donde la solitaria conquista de Mario Ríos le otorgó la victoria y una ventaja importante a la ‘Medialuna’ para el cotejo final que con solo igualar se quedaba con la corona.
Así entonces en la gran final Unión Medialuna se puso adelante en la cuenta a través de un penal anotado por Víctor Quintanilla, en un partido que terminó ganando la ‘Medialuna’ por cuatro goles a uno con anotaciones de Juan Carlos Pulgar, Marcelo Miranda y el mismo Quintanilla. El descuento de Casa del Pilar -elenco que terminó solamente con nueve elementos en la cancha frente a diez de su rival- fue de Patricio Zúñiga. Con la victoria en los dos partidos Unión Medialuna alzó nuevamente la corona convirtiéndose en el flamante monarca del Apertura 2015 de la Liga de los Barrios.
Tras cartón llegó la ceremonia de premiación donde se entregaron los trofeos a los ganadores de esta competencia, además de los reconocimientos a los goleadores y vallas menos batidas del certamen.
Campeón de Consuelo
En el inicio de la jornada chocaron los cuadros de Lautaro y Villa Chacra Marín, en la categoría de 40 años, en la búsqueda del monarca de la Liguilla de Consuelo.

Con goles de Luis Bustos y Patricio Velarde el elenco del barrio San Miguel se imponía por dos goles a uno e inclinaba a la balanza de cara al cotejo de la serie de 35 años. El descuento de Villa Chacra Marín fue obra de Juan Vergara.
De esta manera en la serie de 35 años con un empate le bastaba a Lautaro para coronarse como el mejor de la liguilla de consuelo. Pero para no dejar dudas los lautarinos se impusieron por dos goles a cero, ambos marcados en el segundo tiempo, a través de Hugo Campos y Luis Faune quedándose de manera merecida con el galardón al mejor de la liguilla de abajo.