[dropcap]L[/dropcap]a fiesta del retorno a Primera B tenía todos los condimentos necesarios: ventaja deportiva, una hinchada incondicional e innumerables chances para derrotar a Independiente de Cauquenes que, aprovechando las licencias defensivas del cuadro melipillano, se quedó con una igualdad a tres goles en el estadio Roberto Bravo Santibáñez y, de paso, permitió que se coronara como campeón A.C. Barnechea, que aplastó de visita por un curioso y tenístico marcador de 6-0 ante Naval en El Morro. Así todo cambio y se pasó de las sonrisas a las lágrimas.
Durante toda la semana nuestra ciudad solo respiraba fútbol, en sus calles lucía a los hinchas con la camiseta del equipo que solo tenían en su cabezas el sueño de ganar el título de la Segunda División y dejar atrás casi 8 años de penurias desde su injusta desafiliación en el 2009 por gentileza de Harold Mayne-Nicholls.
Y a mitad de semana no quedaba ningún boleto de los 3 mil disponibles que la autoridad había decretado como aforo del estadio (aunque superó los 5.500 y no pasó nada, lo anotaron señores de Estadio Seguro y señora gobernadora). Quienes no pudieron ir estaban atentos al CDF para ver el duelo transmitido por primera vez en Alta Definición. Los Potros por HD y con el relato de un hombre de la zona: el quilano Patricio Vergara Piña.
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Pese a las extremas medidas de seguridad que Estadio Seguro y la autoridad gubernamental imponen y que, por un lado invitan a la familia a asistir, pero por otro se realizan pensando en que al estadio asistirán solamente barras bravas o derechamente delincuentes con el único fin de destruir, el estadio se llenó casi inmediatamente una vez que se abrieron las puertas a las 13:30 horas y no pasó nada en torno a la seguridad de los espectadores (lo anotaron de nuevo autoridades y Estadio Seguro).
Así entonces nadie de los presentes pensaba en un resultado que no fuera un triunfo, mientras los políticos que por años no aparecían por el principal coliseo deportivo melipillano tenían su asiento asegurado en el Block J y se sacaban «selfies» sin nada que envidiar a los más fervientes hinchas que acompañaron al equipo por todo Chile en esta temporada (no sé porqué hicieron recordar el libro de Rodolfo Torrealba Eloy llamado «El Carerrajismo».
El partido
En el inicio del partido, no iban ni cinco minutos y seguramente por el ímpetu de querer ganar los hinchas melipillanos veían con preocupación lo expuesto que quedaba el fondo potro, casi mano a mano, lo que podría traer dificultades.
Con un partido parejo, la primera estocada visitante llegó justo a la media hora, a los 30′, con un gol de Sergio Arenas. Para suerte de los Potros solo pasaron cuatro minutos hasta el empate de Fabrizzio Cortés (34′). La alegría retornaba a los rostros de los 5 mil hinchas melipillanos en el estadio. Sin embargo antes de finalizar esta primera etapa otra vez Cortés enmudecía el Roberto Bravo. Dos a uno adelante para el Rojo de Cauquenes concluía el primer episodio. Pese a todo la fe estaba intacta, en el segundo tiempo se remontaba.
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[box type=”shadow” align=”” class=”” width=””]FICHA TÉCNICA
Deportes Melipilla (3): Boris Pérez, Elson Guzmán (46’ Mirko Opazo), Miguel Sanhueza (C), Gonzalo Lauler, Ricardo Fuenzalida, Alejandro Vásquez (61’ Marco Moscoso), Fabrizzio Cortés, Francisco Levipán (46’ Ignacio Ramírez), Hugo Alarcón, Aníbal Carvallo e Ignacio Troncoso. Director Técnico: Carlos Encinas. Banca: Gregory Saavedra (AS), Carlos Gutiérrez, Gustavo Arancibia y Mauro Lopes.
Independiente de Cauquenes (3): Felipe Romero; Francisco Silva, Miguel Saldías, Patricio Gutiérrez, Juan Pablo Andrade, Carlos Llanos, Camilo Farías (C), Roberto Abarca, Felipe Araya (46’ Alexis Díaz), Gonzalo Tapia (58’ Vicente Cuevas) y Sergio Arenas. Director Técnico: Rubén Martínez. Banca: Maickel Recabarren (AS), Eduardo Manríquez, Darío Brizuela y Eelco Navarro.
PORMENORES
Goles: 0-1, 30’ Sergio Arenas; 1-1 34’ Fabrizzio Cortés; 1-2 42’ Sergio Arenas; 2-2 68’ Gonzalo Lauler; 2-3 90’ 1 Patricio Gutiérrez; 3-3 90’+4 Hugo Alarcón (penal).
Tarjetas Amarillas: 79’ Gonzalo Lauler (DM); 10’ Gonzalo Tapia, 19’ Carlos Llanos, 52’ Francisco Silva y 60’ Miguel Saldías (IND).
Tarjetas Rojas: 64’ Carlos Llanos (IND).
Público: 5.500 espectadores aprox.
Cuaterna Arbitral: Cristián Andaur; Johnny Harasic y Ricardo Zúñiga; José Cabero (4º).[/box]
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Reiniciado el complemento dos modificaciones hizo Carlos Encinas, entraron Ramírez y Opazo, que le cambiaron la cara a los Potros, pero lo más importante, la línea de tres en el fondo se mantuvo, craso error. Era ahí donde había que afirmar al equipo que quedaba entregado a los más de 15 contragolpes que tuvo la visita.
Los Potros volcados con todo en búsqueda del tanto de la igualdad, con un equipo claramente descompensado, igual tuvieron premio, a los 68′, con un puntete en el área de Gonzalo Lauler. Empate a dos y en la mente de todos se vislumbraba el tercer gol, el título, el retorno a Primera B, al fin justicia por la desafiliación injusta de la ANFP, los años en que la administración de Gebauer quiso hacer desparecer al club trayendo al Chago Morning, los partidos en Quilicura, etcétera. Solo era cosa de minutos para dejar eso atrás.
Los Meliadictos cantaban sin parar pero una extraña sensación se dejaba sentir con cada ocasión errada por los atacantes potros. Los minutos pasaban y el sueño del retorno se volvía difuso pese a los esfuerzos de los jugadores y la expulsión de Carlos Llanos (64′) en los cauqueninos.
Ni Ignacio Troncoso (que lamentablemente nunca fue el 9 que necesitó Deportes Melipilla) ni el ingresado Marco Moscoso fueron eficaces frente al arco en las innumerables ocasiones que tuvieron para liquidar a un equipo que corría el doble y se la jugaba como si la vida dependiera de ello pese a no tener ni una motivación en un torneo terminado hace rato para sus aspiraciones.
Cumplido los 90 minutos reglamentarios Deportes Melipilla no podía vulnerar la valla de Felipe Romero, pero no por una gran actuación del meta cauquenino sino que por la impericia y falta de finiquito de los atacantes quedando a todos los presentes en la retina la increíble ocasión que malogró Marco Moscoso, ante la salida del arquero, desviando por centímetros su disparo.
Hasta que llegó la puñalada en el corazón de los melipillanos, al 90’+1 con un contragolpe que capitalizó Patricio Gutiérrez. Ahí se desató el drama, de la fiesta se pasó a la pena, los hinchas, muchos niños, llorando y los mayores impotentes sin saber que decir para consolarlos. El gol de penal de Hugo Alarcón al 90’+4 solo fue para el honor de empatar pero no para cambiar el destino de los últimos ocho años: seguir al menos hasta diciembre en la tercera categoría en importancia de nuestro país.
No es fácil aguantar tal desilusión, pero los hinchas melipillanos lo tomaron con resignación y aplaudieron a los jugadores. La sensación de que se dejó todo en la cancha fue generalizada y la de que la gente no falló, también.
El premio de consuelo de los Potros por culminar en segundo lugar es que aseguró la disputa de un cupo en Primera B en la temporada 2018 ante quien salga primero en el Torneo de Transición que arrancará en agosto. Si los melipillanos llegan en esa ubicación subirán inmediatamente.
Uno a uno fueron retirándose los jugadores con los ojos vidriosos, mientras la hinchada se hacía presente para motivarlos con gritos esperanzadores. Sin embargo con el ocaso de la tarde, la penumbra dio paso a una triste realidad que caló hondo en los corazones de los hinchas que vieron el título tan cerca y tuvieron que retirarse a sus casas a llorar el fracaso consumado.
Es de esperar que a fin de año las lágrimas de dolor cambien y sean de felicidad por el añorado retorno a Primera B. ¡Que así sea! #VamosMelipilla.