Cuando corría el mes de marzo de 1965 en Melipilla se lograba dar un gran paso a la modernidad ya que, a través de una comisión presidida por el alcalde Lorgio Dañobeitía, se aprobaba la pavimentación de 26 cuadras en nuestra ciudad, incluyendo los puentes sobre el canal Puangue de las calles Barros y Silva Chávez una trágica noticia conmovió a los habitantes, especialmente a los del sector sur de la comuna ya que un fatal accidente le quitaba la vida a cinco personas y dejaba heridas a catorce.
Los hechos
Una alegre jornada de fútbol era la que habían vivido los jugadores e hinchas del Club Deportivo Flor de Mandinga aquella tarde del 14 de marzo de 1965. Cuando 45 entusiastas deportistas retornaban alegremente al sector de Mandinga, luego de haber ido a jugar un partido de fútbol hasta la localidad de Loyca, en el kilómetro 38 del camino que une a Melipilla con la Central Rapel, el vehículo que los trasladaba chocó violentamente con otro camión que venía en sentido contrario.
El camión de los jóvenes de Mandinga -en esos tiempos era el vehículo normal para trasladarse a los partidos- era manejado por Avelino Carrasco mientras que el proveniente de Rapel iba conducido por Regiofiro Gutiérrez Mora.
Las víctimas
El impacto entre ambos pesados vehículos fue tan terrible que murieron instantáneamente los hermanos mandinganos Miguel Ahumada Jara de 30 años, Manuel Segundo Ahumada Jara de 38 años, Renato Araos Jara de 38 años, Orlando Contreras Ulloa de 32 años, precisamente los dirigentes más queridos y, en general, muy estimados en la zona por lo que su muerte enlutó con mucho dolor a los habitantes de la zona.
En la trágica colisión también resultaron heridos Raúl Bustos Díaz, Ramón Hernández Olguín, Luis Paredes Toro, Luis O. Armijo Cornejo, José Berríos Retamales, Juan Contreras Ulloa, Tomás Cordero Cisternas, Gabino Ugalde Catalán, Alberto Olguín Lizana, Pedro Olguín Lizana, Javier Maulén Farías, Nelson Acevedo Vílches, José Manuel Contreras y Luis Contreras, todos jóvenes y entusiastas deportistas que fueron atendidos en el hospital de nuestra ciudad.
Pero a los cuatro fallecidos muy pronto se les unió, lamentablemente, Manuel Contreras Contreras que no pudo resistir las graves perdiendo la vida mientras era atendido en el hospital. También producto de su gravedad Tomás Cordero Cisterna tuvo que ser derivado hasta Santiago.
Los funerales de las cinco víctimas se llevaron a cabo el día martes 16 de marzo de 1965, en nuestra ciudad, con una gran cantidad de deportistas y personas provenientes de toda la región sur de Melipilla.
La tragedia causó conmoción en todos los circuitos deportivos regionales que se unieron al dolor sufrido por los mandinganos, expresándoles emotivos mensajes de apoyo que se hicieron sentir con fuerza.
En torno al accidente, los dos choferes fueron detenidos y no se avaluaron los daños sufridos por ambos camiones quedando en manos de la justicia señalar las causas de la colisión, la que debió determinar si se debió a la despreocupación de los conductores o temeridad de alguno de ellos al ir a mucha velocidad y sin tomar las precauciones del caso, pero ello -para nuestra crónica- quedó en segundo plano ya que la vida de cinco mandinganos fue injustamente arrebatada hace 50 años sumiendo en el más profundo dolor a sus familias, amigos y toda una localidad.
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